REVELADORAS CONFESIONES DEL SACERDOTE ACUSADO DE VIOLACIÓN EN CATEDRAL METROPOLITANA

Tito Rivera reconoció conducta sexual, dijo que la Iglesia es un ambiente propicio para esas prácticas y aseguró que un 50 por cientos de los sacerdotes son homosexuales.

Fuertes confesiones entregó la noche de miércoles el sacerdote Tito Rivera, acusado de violación y conductas reñidas con la moral.
El sacerdote estuvo invitado al programa «Mentiras verdaderas», de Red TV, donde habló acerca de las acusaciones que le imputan, entre estas una violación al interior de la Catedral de Santiago.
Rivera desestimó ser autor de abusos, pero sí reconoció haber protagonizado actos sexuales consentidos y con mayores de edad. No obstante, acerca de la denuncia de violación, dijo que se trata de un montaje que busca dinero. «Los medios han sido muy lapidarios conmigo y han tomado posturas que no son verdaderas. Han embarrado mi fama, mi honra, incluso diciendo que soy un depredador sexual y un ladrón», dijo en parte de la entrevista.
Asimismo, el religioso reconoció haber ternido conductas homosexuales. «Sí, las he tenido, pero no me reconozco como homosexual», dijo para añadir que en la Iglesia hay muchos homsexuales, «quizás un 50 por ciento, tal vez más o menos».

La Iglesia

Tito Rivera argumentó que la Iglesia Católica ofrece un ambiente propicio para todo tipo de conductas reñidas con la moral, «en eso hay una suerte de consenso, de que algunas maneras de relacionarse son naturales. Se ve en la iglesia un ambiente favorable para estas prácticas, como el vivir en comunidad entre hombres, y además una especie de desprecio contra las mujeres».
Sobre el celibato, reconoció también haber mantenido relaciones sexuales con una mujer apenas se convirtió en sacerdote. Agregó que «el celibato es un compromiso, pero uno puede tranquilamente pensar que la capacidad humana no da para ser fiel absolutamente, que el ser humano está destinado también a tener una actividad sexual y que es imposible no hacerlo, porque de alguna manera se buscan recursos para suplir esta forma de vida.
Rivera fue suspendido por 14 años para realizar actividades litúrgicas.

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